viernes, 30 de diciembre de 2011

Algunas consideraciones sobre el arte.


En la línea de la vuelta a Freud, se encuentra Guy Rosolato, que recoge las enseñanzas de Lacan a través de la Escuela Freudiana de París y plantea los problemas estéticos por la semiótica. El primer paso, metodológico por cierto son las dificultades que debe superar una estética psicoanalítica.
Según Rosolato, la obra de arte sería una representación condensada de todas nuestras progresiones posibles, pasadas, futuras o imaginarias y la fascinación que esa obra ejerce tiende al juego simultáneo de la oscilación de las significaciones de una tonalidad asegurada en tanto inagotable, y de una autorrespresentación. El cuadro sirve a esa ilusión mostrando en su superficie la "inmediata tonalidad" y sufriendo una "lectura" como si fuese un texto escrito.
Entre tanto, desde el comienzo de la contemplación se aplicaron a la obra distintas significaciones hechas de recuerdos y de experiencias adquiridas. El a priori estético está constituido por esa red significante que revela el aspecto total y sistemático de la obra.
La creación estética lleva al sentido de la paternidad del autor hacia su obra. Para la contemplación, este hecho casi no importa.
Aparentemente, la obra se basta a sí misma. Pero, la contemplación no es extraña a la creación pues le incumbe percibir a la obra en tanto que única, inagotable, original y hecha por el hombre. Es decir, dominada por el orden simbólico y significante (...)


Extracto tomado de: "Arte, Psicoanálisis y Surrealismo. J.A Garcia Martinez. Ediciones Noé. Colección Los Problemas del Arte.